Un grupo de aves bastante accesibles para cualquier fotógrafo acá en América son los colibríes. Hasta el momento se han descrito cerca de 330 especies. En México tenemos 57 especies y casi en cualquier parte se puede encontrar al menos alguna especie. Para encontrarlos no es ni siquiera necesario salir al campo. Varias especies se han adaptado muy bien a vivir en las ciudades, jardines y parques pueden tener hasta varias especies.
La tan especial forma de volar de estas aves las convierte en un imán para cualquier fotógrafo de aves. Es un tema que en algún momento debes de probar. Una vez dentro del tema las posibilidades son variadísimas.
Pues una muestra utilizando varias técnicas.
Se puede simplemente seguirlos en sus ires y venires entre las flores y aprovechar un buen momento.
Todas las fotos anteriores fueron tomadas utilizando un Objetivo largo, 300mm o 500mm con flash en la cámara, el flash es importante para sacar esos brillos metálicos del plumaje.
Pero despues de un tiempo de estarlos persiguiendo se da uno cuenta de que los colibrís son aves de costumbres y tienen una rutina. Es entonces que nos damos cuenta que podemos anticiparnos y hacer una foto planeada y más elaborada con un mejor control de luces. En este caso además podemos utilizar lentes más cortos y acercarnos más al sujeto. las fotos siguientes fueron tomadas con un 150mm macro y con tres o más flashes. Esto además permite utilizar la técnica de alta velocidad con flashes y congelar el particular vuelo de estas aves.
Algunas especies son menos confiadas que las especies que visitan los jardines. Con estas se requiere un poco más de paciencia e ingenio. Las fotos siguientes de Selasphorus rufus, una especie que no he visto en los jardines de por acá y solo es un visitante invernal del bosque fueron tomadas también con un objetivo macro pero disparando la cámara a distancia.
Ya queriendo complicarse más las cosas he intentado con reflejos en un estanque, con este tema todavía falta resolver algunas cuestiones.
