Intentando en esta ocasión aplicar la técnica de alta velocidad al vuelo de los murciélagos, algo un poco menos visto que el de las aves, que no son más familiares por ser diurnas.
Nuestro acercamiento al vuelo de estos mamíferos nocturnos la mayor parte de las veces se limita a un aleteo errático y fugaz. Intentar hacer una fotografía de estos seres en vuelo me hubiera parecido casi imposible hace algún tiempo, ahora, después de la experiencia con las aves, ya no parecía tan complicado.
Una gran ventaja de hacer esto en México es la diversidad, aquí vuelan los murciélagos nectarívoros, tan fáciles de atraer como los colibrís, así que un grupo bastante considerable de ellos se prestó de maravilla para varias sesiones nocturnas. La principal dificultad fue la falta de un horario definido, lo que implicaba tomarse toda la noche para hacer las fotos, la otra dificultad fue adquirir la capacidad de prever su vuelo y disparar con la suficiente anticipación.